Ir arriba

domingo, 12 de septiembre de 2010

Una historia

Es verdad que acumulamos un montón de cosas a lo largo de la vida y que en el fondo no sabemos desprendernos de ellas y puede ser hasta una factura de una cena romántica en fin....Cuando te mueres llegan tu familia o herederos y empiezan a ver al principio despacio las cajas de cachivaches que tienes pero luego después de un rato ya hartos de tanta cosa tiran todo sin ton ni son porque no tienen tiempo de ver todo, y ahí aparece una postal de hace 20 años, unas fotos que a nadie interesa, de gente desconocida para ellos y que para tí era un valor sentimental importante.


Y cada vez necesitamos más armarios, a ser posible empotrados para que quepan más cosas. Si compramos un piso que tenga trastero para meter más, algunos son  "grandes" pero vas metiendo cosas, y lo que era grande pasa a ser "pequeño" , ya no tienes sitio ni para pasar, pasas de lado rozando todo para ¡meter otra cosa !.

 La palabra armario viene de la época romana en la que se metían las armas, de ahí su nombre, armarĭum, 'lugar donde se guardan las armas'. La ropa se guardaba en arcas, pero era poca porque mucha gente viviría con lo puesto y una muda nueva para las fiestas. A partir del  siglo XV se utilizaba para la ropa, el mismo uso que ahora le damos, en esa época habría sólo uno y no como en mi casa que hay uno por habitación.

El armario también nos ha dado multitud de historias, cuentos salidos o han entrado a través del armario. Los niños /as sueñan que salen monstruos  del armario.

También podemos dar un uso como metáfora de que nuestra mente mete recuerdos o guarda los pensamientos que no queremos que nadie descubra, incluso nuestra orientación sexual.

Bueno pues a lo que iba, la historia:

Cuentan que un viajero fue a visitar a un sabio maestro. Su humilde morada se encontraba prácticamente vacía, solamente tenía una cama, un cuenco para la comida y poco más. El visitante observó sorprendido esa austeridad y le preguntó:

"¿ Cómo es que vive con tan poco? "
A lo cual  el sabio respondió: " Tú también vas con una mochila muy pequeña"
Ante estas palabras, el viajero alegó: " Pero es que yo solo estoy de paso, estoy viajando"

A lo cual el maestro añadió: " Yo también".

No hay comentarios:

Publicar un comentario