Ir arriba

lunes, 2 de septiembre de 2013

Concurso El pais viajero

Para el Concurso http://www.elpais.com/concursos/aniversario-el-viajero/

Al final no he podido poner todo, es más o menos así:


Con la edad contamos batallitas ya…Así que mi mejor viaje es en la niñez.  Me acuerdo de tener unos diez años y ver  a mi padre sudando la gota gorda para meter todo el equipaje en un Renault 5 como si fuera el maletero un juego de Tetris y las maletas de colores que van cayendo por arte de magia. Al final el juego va más rápido  y mi padre perdía llenando al final la vaca del coche.
 
¡Por fin todo en orden!, nos montábamos mi hermana un año menos que yo, mi prima que tiene mi edad y en la parte delantera mis padres.Hacía mucho calor y llevábamos las ventanillas del coche bajadas, el sudor recorría la espalda de cabo a rabo. El aire despeinaba nuestras melenas. Y claro siempre las tres discutiendo en tan poco espacio: - “que si me molesta…”- “que me tira del pelo…” – “que me hace esto…” –“que mamá para el coche que  esta vomitando encima de mí…” (Esa era yo, en todos los viajes siempre pasaba de ir bien, a llegar blanca como la leche, vomitada y sudada). A todo esto con tanto aire  que salía despedida la mesa del camping, que estaba en la vaca del coche y se quedaba en mitad de la carretera y recuerdo a  mi padre corriendo para recogerla ya hecha mixtos y mi madre despotricando – “Hay que ver este hombre…”. Porque no teníamos mucho dinero y siempre íbamos de bocadillos y camping. Cuenta del mes: Un mes = 30 Bocadillos. Bueno no tanto porque mi madre en la cocinilla de gas que llevaba hacía arroz, pasta y lo que podía en un cacito muy pequeño.
 
 Montar la tienda era muy complicado, para empezar había que vaciar todo el maletero a presión entre la tienda, sillas, mesa, maletas y maletones, comida, sacos de dormir y que no se olvide lo de los mosquitos…Montábamos un zafarrancho  de dimes y diretes muy peliagudo. Antes las tiendas de campaña iban con muchos ganchos anchos, ganchos derechos, remaches y salía un mamarracho…pero nuestra cara era de estar satisfechos. Lo que más me gustaba era al despertar y oir el sonido de los pájaros y el susurro de las ramas al mecerse con la brisa. El sol incipiente se filtraba a través de las hojas de los árboles y era una sensación muy placentera.

En la recepción del camping tenían un mono de verdad, era pequeño y muy feo. A mi me gustaban mucho los animales hasta que éste me hincó el diente el dedo y todavía tengo la señal…No dije nada pero la rabia sí me la tendría que haber puesto, así he salido…

Mi padre siempre organizaba excursiones, pero con “tó la caló”, hoy toca el Torcal de Antequera, mañana Dólmenes de Antequera, el de Menga, el Romeral, Viera ¿dará tiempo a ver las Termas y Alcazaba? ¿También el convento de los Capuchinos? Que mañana nos vamos a la zona de playa, pero hay que pasar por Ronda primero y la sierra de Grazalema que está al lado. Ya de paso vemos la Laguna Fuente de Piedra y vemos los flamencos…  Mi padre a última hora de la noche miraba planos y rebuscaba mapas con la linterna en la boca intentaba que nos ilustráramos al día siguiente. Y así terminaba el día con ampollas en los pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario